La Arquitectura en la Edad Media
La arquitectura de
la Edad Media se desarrolla principalmente de tres estilos: el bizantino, que
influye durante todo el período, el románico, que se muestra entre los siglos
XI y XII, y el estilo gótico, que aparece del siglo XII hasta el siglo XV.
Se clasifica la
arquitectura bizantina al estilo arquitectónico que estuvo presente durante el
Imperio Bizantino desde la caída del Imperio Romano de Occidente en el siglo V.
Muchos autores dicen que el momento que inició la arquitectura bizantina fue
desde el año 330, ya que anteriormente la capital del Imperio de Oriente era
Bizancio (actualmente Estambul). Algunas características de la arquitectura
bizantina son, además de las cúpulas, el uso del ladrillo como material
constructivo en sustitución de la piedra, el uso de los mosaicos como elemento
decorativo en vez de las esculturas, también la mayor elevación de los
edificios e igualmente la prolongación de un alero ondulado. Sin embargo, la
concepción simbólica de este tipo de arquitectura era que la creación de los
edificios (iglesias) representaban al mundo y al cielo. Como la arquitectura
esta en base a el arte bizantino, lo que el arte quiere decir o trata de
expresar es que trata de ser la expresión de autoridad absoluta, es decir, la
grandeza sobrehumana.
En este siguiente
tipo de arquitectura, se ve la arquitectura románica, que fue parte de un
esfuerzo continuo en construir templos perdurables con la mayor grandeza
posible y evitar su destrucción. Este tipo de arquitectura se enfocaba en la
perfección y estar en busca de la altura y la luz. Los tipos de materiales que
se utilizaban debía de ser piedra especialmente. Una característica de este
tipo de arquitectura es que el templo tenía que estar abovedado. Esto era
porque daba mayor relevancia simbólica al edificio y también se construía de
esta forma para evitar los incendios, ya que los techos de madera sufrían con
cierta frecuencia. Uno de los elementos más importantes y fundamentales es la
cabecera, ya que es el lugar donde se ubica el altar. Esta parte es la más
noble de los edificios románicos porque esta orientación es la que le dan los
primeros rayos de luz del día. También la construcción de torres era muy común,
especialmente por el costado del templo. Además de que se utilizaban como
instrumento, era un símbolo de unión entre Dios y los hombres y del poder de la
iglesia. Además, en ocasiones se podía ver como una torre de fortaleza y de
defensa frente a los enemigos.
Para el último
estilo, la arquitectura gótica expresa la cultura urbana de la Baja Edad Media.
En este tipo de arquitectura, los constructores ahora tenían una nueva obsesión
que era la verticalidad, que se significaba la elevación hacia Dios, y la
luminosidad, que se mostraban por medio de las vidrieras. Las características
principales de las catedrales con estilo gótico eran los arcos apuntados, la
bóveda de crucería, los pilares banqueteados, entre otros elementos para
empujes laterales. Otras de las características que son esenciales para la
arquitectura gótica son que las grandes dimensiones de las iglesias minimizan
al hombre frente a Dios, los arcos apuntados que simbolizan el camino hacia
Dios, los grandes vitrales que logran la luminosidad que se significa la luz y
el camino y las gárgolas que sirven como función decorativa, sin embargo,
también se significa que es el demonio que acecha al hombre pero también
espanta a los malos espíritus de la casa de Dios.
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